sábado, 5 de octubre de 2013

El relojero de la calle de la Sal


Tic-tac tic-tac. Es posible que ese reloj sea el que mejor dé la hora en el mundo, ya que su relojero le hace un ajuste cada hora. Esta creación de Antonio Mingote es una de las razones por las que la calle de la Sal, que da a la Plaza Mayor, está siempre tan congestionada de gente. Los caminantes levantan la mirada hacia el balcón para ver cómo pestañea cada poco tiempo, y cada hora la gente se para para verle ajustar las tuercas y mirar hacia la calle concurrida. Es una de esas atracciones que dan mucho más encanto a los paseos por las calles de Madrid. ¡No dejéis de ir a visitarle!

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